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Javier Milei y el “tribuneo” desde Twitter

Desde hace unos días, el actual presidente de la Argentina se ha enfrascado en una pelea mediática con Lali Espósito, artista identificada con el peronismo. Esto ha servido como combustible para fogonear la ya tristemente célebre grieta que divide desde hace mucho a los argentinos


Cuando en la última campaña electoral, Javier Milei tenía ciertas actitudes exacerbadas, muchos justificaban este comportamiento al fragor con el que se vivía la campaña. Otros decían que, al discurso agresivo del peronismo solo se le podía enfrentar con las mismas armas.


Sí, es cierto que el peronismo y sus satélites, la izquierda, está haciendo lo que siempre hace cuando es no está en el poder: ser el obstáculo y oponerse a todo lo que propone el oficialismo. No es nada nuevo, es algo que está en la historia de la Argentina. Tal como señala el periodista Jonathan Viale hace un par días en su nuevo programa televisivo, los gobiernos no peronistas terminaron volteados: Arturo Illia (1955), Arturo Frondizi (1966), Raúl Alfonsín (1989) y Fernando de la Rúa (1991); la única excepción fue Mauricio Macri, al que tampoco le hicieron fácil la tarea de gobernar. No olvidemos que la expresidenta, Cristina Fernández de Kirchner, no le hizo la entrega del bastón de mando en diciembre de 2019.


Y si hablamos de poner palos en la rueda, los sindicatos, cooptados en su totalidad por el peronismo, despertaron del sueño de los cuatro del gobierno del hoy “exiliado” Alberto Fernández.  En este corto tiempo del mandato de Javier Milei, poca más de dos meses, ya enfrentó un paro nacional, con poca adherencia, y se avecinan medidas similares de los sindicatos de los trabajadores de los trenes y de los docentes, estos últimos a pocos días del comienzo del año escolar.


A todos estos viejos conocidos, se le han sumado caras nuevas como las de Lali. La cantante, que tiene una gran aceptación en el público juvenil, ya mostraba su animadversión hacia el actual mandatario desde la campaña electoral. Ya investido como presidente, muchos imaginábamos que Milei ya no iba a contestar a los dichos de la estrella del pop, pero nos equivocamos. El mandatario recordaba en la red social Twitter que Lali había cobrado, en los últimos cuatro años, millonarias sumas por presentarse en fiestas provinciales. ¿Esto es verdad? Sí, es verdad. Y sobre todo teniendo en cuenta que en los lugares donde la actriz y cantante hizo despliegue de su talento son de los lugares más pobres de la Argentina.  Y los mensajes de apoyo de otros artistas, identificados con el anterior gobierno, no se hicieron esperar y convirtieron a Lali en el símbolo de la “lucha de la cultura popular”.

 

¿Corresponde que un presidente haga este tipo de cosas? Conductas similares se las hemos visto al exmandatario de Estados Unidos, Donald Trump, del cual Milei siente una gran admiración. Si muchos estaban cansados de la forma del estilo del hacer política que practica el peronismo, ¿no sería recomendable que el oficialismo haga algo distinto? Porque esa actitud desafiante y de redoblar la apuesta no solo es de Javier Milei; el vocero Manuel Adorni también recurre a un excesivo sarcasmo para contestar a comentarios malintencionados de seguidores del peronismo.  


Porque el presidente tiene que entender que una cosa es ser determinante con las medidas que está tomando para ordenar en país, como él dice, no ser tibios; y otra distinta es el enfrentamiento innecesario en redes sociales, que no hace otra cosa que desviar la atención de lo importante, y a la vez le da motivos a la oposición para hacer lo que mejor les sale cuando no están en el sillón de Rivadavia.

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